domingo, 2 de marzo de 2014

Puertas.

Relato de las 1:46 de la mañana. Amo pero odio dormir. (Bipolaridad mode on)

Puertas se me muestran en mi mente cuando sacio el sueño. Puertas que están presentes todo el día pero que se hacen de reflexionar por las noches. Cada puerta esconde un secreto, en ellas se guardan atracciones sexuales, oscuros dilemas que sólo a veces dejan que se vean por un haz de luz, para resultar catastróficas.
Odio las puertas, a veces incluso las más familiares se me hacen las más cerradas, las más gruesas. Puertas de hierro pero sin cerradura, de papel pero con candado; puertas absurdas y no tanto. Puertas negras, blancas, rojas. Puertas con curvas y puertas cuadradas.
Puertas que adoro pero con cerradura, no me dejan entrar, sólo mirar por su ventana ... si es el caso de que la tienen...

¿Acaso yo, una triste puerta cuadrada, llena de pinceladas y con una llave sin felpudo puede estar triste?
Sí, pues las puertas que quiero son de las que no puedo abrir, cuadradas y con cerradura. A veces desearía abrirlas no para quedarme en ellas, sino para ver lo que tienen dentro.

Y a vosotros, sentiros orgullosos de poder abrir la puerta que querais, por dificil que parezca, intentadlo una y otra vez aunque parezca imposible, teneis suerte de tener esperanza, cuando mirando hacia las mias, véis que están soldadas.

Os odio. Buenas noches.


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