-"Texto fruto de un rallamiento extremo." [Muy, muy random]
Este texto está pensado para ser interpretado.
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Creo que esto empieza con avisar a la población, a los que van a tener que pasar por esta edad, a que los que la han pasado nos compadezcan y al resto del mundo, pues que le den.
Todo el mundo existente en la faz de la tierra ha pasado, pasará o está pasando por un periodo de su vida que se podrá repetir durante indefinidas veces. Estoy hablando del tiempo "zorra-puritana".
El término "zorra-puritana" lo definen filósofos de la calle y de hormonas revolucionadas como el periodo o bucle de tiempo en el que, si estás enamorado o quieres estarlo para depender de una persona, sólo piensas en lo bien que se estaba cuando no lo estas y eras una zorra. Así sucesivamente.
Digamos que la zorra en cuestión ha salido de un enamoramiento extremo que lo ha llevado a chocarse contra las paredes, y sin embargo, ahora sólo busca otro lugar donde caerse muerta.
pero, esa es otra, la necesidad de "caerse muerta"
Chicas y chicos del mundo, mi madre, sabia cuanto más, me dijo que:
-"Nunca dependas de una media naranja, se tú la narnja entera y búscate la naranja que te complemente, o en su defecto, el pomelo."
Soltando zumo por todos lados no se vive, buscar no esta mal, desesperar por alguien, como que sí.
Y eso dijo el rey de los rallados, el mister me tumbo en la cama en bolas, con calzoncillos sujerentes y me pregunto entre sollozos el por qué nadie me empotra.
Pero espera un momento, ya te vale ¿no? para qué utilizar tu sexo como reclamo, si en ti no se puede fijar nadie, y los que pueden están lejos, escondidos o simplemente, dan asco. -Ahora llora más-
¡Maldita etapa zorra-puritana! ¡Con lo a gusto que estaba yo de zorra, que me pinchaba a quien yo quería, macho o hembra, donde yo quería y como yo quería! ¡Sin miramientos al amor! ¡COJONES!
¿¡Quién coño me mandaría a mi a enamorarme de todo el mundo?! Venga, ahí, a lo loco, sin compasión, sales de una, de cabeza a otra. ¿Ya no hay nadie que me comprenda o qué?
Aunque si te paras a pensarlo, la etapa puritana no está tan mal. Es aburrida, frustrante y rallante, pero es bonita. Hay veces en las que el enamorarse es un placer, es pensar en que se divierte contigo, es pensar en que le caes bien, es pensar en futuro.
Hay otras veces en las que lo ves en linea y en lo primero que piensas es en los testículos que vas a cortar. Lo ves por la calle y se te corta el hipo, ¿Por qué? porque habla con otra persona, que tu no conoces. Sacas conclusiones precipitadas de todo para que al final, sea todo tan liviano como una ovejita saltando. Sí, los enamoradizos saben de lo que hablo, salta, pasa la oveja y detrás hay otra.
¡Zas! ¡Enamorado de nuevo! ¡A el capullo de cupido no se le gastan las flechas!. Eso deriva más amor, más contactos, más amigos, más preocupaciones, más te ignoro, más me rallo, más desearía ser tan zorra como antes...
Si es que, al final todos esos estados en facebook, esos twits, esos textitos copiados de internet que las niñatas como vosotras poneis en instagram, van a tener algo de sentido... Si es que yo vivia muy bien cuando no los entendía, cuando no me enamoraba, cuando lo que más me preocupaba era (baja la voz) el fornicio.
Si es que, después de semejante tormenta de hormonas empezamos a preocuparnos por lo que las personas tienen en su interior, por sus sentimientos, por la cantidad de cursiladas por minuto que serían capaz de decirnos, etc.
Empezamos a preocuparnos por encontrar y enamorar a cada persona que pudiera sujetarnos la cabeza cuando estamos mal, por las que podrían acompañarnos el resto de la vida. Y ya no hablo de amigos, hablo de compañeros de vida, esos que sólo hay uno [y en relaciones abiertas dos o tres o cinco] Que feliz sería encontrar mi naranja, mi pomelo o mi sandía, pero encontrarla.
Sería como una terapia para conocer cuanto valgo y cuanto me aprecian las personas, pero, se está tan bien de zorra...
...Cómo desearía enamorarme más facilmente...
...Oh, odio enamorarme es tááán frustrante, me gustaría ser más zorra...
...envidio el amor, ¡estoy harto del sexo!...
estoy hasta arriba de amor...
Foto por cortesía de Miriam González García 